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En el mes de octubre, las calles de Lima se vuelven de color morado en honor al Señor de los Milagros, que se encuentra entre las más importantes manifestaciones de fe del Perú y del mundo. Esta multitudinaria manifestación, repleta de devotos y visitantes de la capital, representa no sólo la profunda fe de los peruanos, sino también la riqueza cultural y la historia que la rodea. Visitar la capital durante las festividades de esta tradición es una oportunidad maravillosa de conocer la creencia que une religión, arte, música y gastronomía, por lo que puede ser considerada una experiencia única para los viajeros que deseen entrar en el corazón de la cultura de Lima.
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La devoción hacia el Señor de los Milagros surge a raíz del siglo XVII, cuando un esclavo de origen angoleño, pintó una imagen de Cristo crucificado sobre una pared de adobe del barrio de Pachacamilla, en Lima. Aunque pudiera parecer que era una pintura, pronto alcanzó notoriedad y su fama hizo que los vecinos se fuesen reuniendo a modo de orar frente a ella.
En el año 1655, un fuerte terremoto azotó a Lima y destruyó muchas edificaciones, sin embargo la pared que contenía la imagen permaneció intacta. Este suceso fue considerado un milagro, lo que hizo que la fe de la gente aún les fuese más ferviente. Con el tiempo, las autoridades eclesiásticas dieron la conformidad hacia el culto siendo que en 1671 tuvo lugar la primera procesión donde una imagen de la pintura era llevada por las calles de Lima.
La procesión del Señor de los Milagros es actualmente una de las mayores manifestaciones religiosas en todo el mundo. Cada mes de octubre, millones de devotos vestidos de morado acompañan la imagen por las calles de la capital, alimentando la ciudad con cánticos, incienso y tradiciones como la del turrón de Doña Pepa, esto hace que se convierta la celebración en el verdadero símbolo que agrupa la identidad y la fe del Perú.
La pintura que se considera original del Señor de Los Milagros fue realizada en el siglo XVII por un esclavo angoleño cuyos datos se han diluido con el paso del tiempo. Este hombre, miembro de una hermandad de africanos que vivía en el barrio de Pachacamilla de Lima, decidió realizar en una pared de adobe el Cristo crucificado como un acto de fe y devoción.
No siendo un artista reconocido, su obra contenía una fuerza tal que pronto fue llamada la atención de los vecinos. Pese a los terremotos que sacudieron Lima en el año de 1655 o en años posteriores, la pared que sustenta la pintura se mantuvo. Este hecho fue avalado por los vecinos en el sentido de que se trataba de un signo de lo divino.
Por la razón de que esta simple pintura del esclavo angoleño se fue transformando en uno de los emblemas religiosos más importantes del Perú. A día de hoy, millones de fieles veneran esa misma imagen en el Santuario de las Nazarenas, donde inspira fe y esperanza a gran cantidad de devotos de todo el mundo.
El Santuario del Señor de los Milagros (también conocido como Santuario de las Nazarenas) está ubicado en el centro histórico en Jirón Huancavelica 515, a pocos metros de la Plaza Mayor. El acceso es muy sencillo mediante transporte público, taxi o a pie desde otros puntos turísticos de Lima, por lo que es una buena parada para devotos y turistas interesados en conocer de cerca la venerada imagen.
En su interior queda resguardada la pared de adobe que conserva la pintura original del Cristo de Pachacamilla. Durante el mes de octubre el templo se llena de fieles que se agrupan para asistir a las misas y a la multitudinaria procesión en la celebración que hace que la fiesta, aún vigente, forme parte del patrimonio cultural y espiritual del Perú.
La procesión del Señor de los Milagros es posiblemente una de las expresiones religiosas de mayor tamaño y de mayor fuerza del Perú. Cada octubre millones de devotos se visten de morado, color que representa la penitencia y la fe, para salir de la veneración a la imagen de Cristo en el recorrido a través de las principales calles de la ciudad de Lima. La procesión es un acto en el que se encuentra la solemnidad, el canto, la música de distintas bandas, el aroma del incienso, lo que proporciona un ambiente de religiosidad y recogimiento.
Este rito no solo es una expresión de devoción religiosa, sino que también significa la riqueza cultural de la ciudad. Los fieles muchos de ellos venidos de regiones diferentes del Perú y también del extranjero, se han preparado durante todo el año para la fiesta. La imagen del Señor de los Milagros es llevada en un anda decorada y mientras los participantes expresan sus plegarias y agradecimientos, los devotos son en un único rito que une la historia, la tradición y la fe a cada paso.
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En octubre de 2025, la tradicional procesión del Señor de los Milagros recorrerá las calles de Lima y, por primera vez en más de dos décadas, visitará el Callao. Serán seis salidas procesionales que incluyen homenajes oficiales, visitas a hospitales y una jornada histórica en el puerto chalaco.
La procesión comenzará en el Santuario de las Nazarenas y recorrerá la Av. Tacna, Av. Emancipación, jirones Chancay y Conde de Superunda, regresando al santuario. Esta salida marcará el inicio del mes morado y contará con la tradicional "levantada mundial" de las andas, con participación de hermandades de todo el mundo.
El Señor de los Milagros recorrerá la Av. Tacna, jirones Ica y de la Unión, ingresando a la Plaza Mayor de Lima para recibir homenajes de la Municipalidad de Lima, el Poder Ejecutivo y el Palacio Arzobispal. Luego, continuará por los jirones Carabaya, Ucayali, la Av. Abancay, jirón Junín, donde el Congreso de la República realizará una ceremonia. Finalmente, pasará por los jirones Junín, Huanta, Ancash y Maynas, y pernoctará en la Iglesia del Carmen.
La procesión partirá desde la Iglesia del Carmen, pasando por los hospitales Dos de Mayo y Almenara. Continuará por los jirones Huánuco, Puno, Antonio Bazo, Tarata y Cangallo, en La Victoria. También se rendirá homenaje en el Palacio de Justicia. La jornada culminará con el retorno al Santuario de las Nazarenas.
Por primera vez en 22 años, el Señor de los Milagros visitará el Callao. La procesión recorrerá la Av. Tacna, Av. Nicolás de Piérola, Av. Óscar R. Benavides, Av. Tingo María, Av. Mariano H. Cornejo, Av. Universitaria, Av. La Marina y Av. Guardia Chalaca, hasta llegar a Av. Sáenz Peña y Av. Pacífico, donde se celebrará una misa. Luego, retornará por la misma ruta hacia el Santuario de las Nazarenas.
Este día, el Señor de los Milagros visitará el Hospital Arzobispo Loayza y la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados. El recorrido incluirá las Av. Tacna, Nicolás de Piérola, Alfonso Ugarte, Venezuela y Garcilaso de la Vega, así como los jirones Cañete, Mariano Moreno, Recuay y Loreto. La jornada culminará con el retorno al Santuario de las Nazarenas.
La última salida procesional será más breve, recorriendo la Av. Tacna, jirón Callao, jirón Chancay y Av. Emancipación, hasta regresar al Santuario de las Nazarenas, donde el Señor de los Milagros permanecerá hasta el próximo año.
Estos recorridos no solo son una expresión de fe, sino también una oportunidad para que los peruanos y visitantes de todo el mundo participen de una tradición que une a la comunidad en un acto de devoción y esperanza.
La oración al Señor de los Milagros es una expresión de fe que acompaña a millones de devotos durante todo el año, pero especialmente durante la procesión de octubre. Esta plegaria refleja gratitud, esperanza y la búsqueda de protección divina frente a las dificultades de la vida, fortaleciendo la conexión espiritual de cada persona con Cristo.
Muchos fieles rezan con palabras propias, mientras otros utilizan oraciones tradicionales que han pasado de generación en generación. Entre las más comunes se pide por la salud, la prosperidad, la unión familiar y la guía espiritual, agradeciendo los milagros recibidos y solicitando fortaleza para enfrentar los retos cotidianos. Rezar no solo es un acto de devoción, sino también un momento de introspección y paz interior para quienes participan de esta importante tradición peruana.
El Señor de los Milagros se lleva a cabo anualmente, en el mes de octubre, conocido como el "mes morado" ya que es el color que visten los devotos como señal de penitencia y fe. Durante estas semanas, Lima se convierte en el centro de una de las manifestaciones religiosas más importantes del Perú, congregando a millones de fieles no solamente de Lima, sino de varias regiones del Perú y el exterior.
Los días más importantes son las principales fechas salidas procesionales porque es el momento que la imagen del Señor de los Milagros recorre las calles de la ciudad, en un acto solemne, multitudinario. La celebración, al tratarse de una celebración anual, es el momento propicio en el que los devotos pueden manifestar su fe, realizar sus oraciones y hacer los agradecimientos por los favores recibidos, de ese modo, cuenta con una notable vigencia espiritual en la vida de los peruanos.
Las tradiciones del Señor de los Milagros reflejan la profunda devoción y la identidad cultural de Lima y del Perú. Entre las más conocidas está el uso del color morado, que simboliza penitencia y respeto, y que es adoptado por los fieles en vestimentas, bandas y andas durante todo el mes de octubre.
Otra tradición importante es la elaboración y consumo del turrón de Doña Pepa, un dulce típico que se ha convertido en un símbolo culinario de esta festividad. Además, las calles se llenan de música de bandas, cánticos y flores, creando un ambiente solemne y de celebración que acompaña la procesión del Señor de los Milagros, uniendo a generaciones en torno a la fe y la historia de esta devoción.
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La festividad del Señor de los Milagros no se reduce solamente a ser una manifestación religioso-cultual, sino que también constituye otro símbolo de identidad y de la unidad de los peruanos; cada año de octubre millones de devotos se concentran a fin de rememorar la fe, realizar las procesiones y mantener viva una tradición que se ha transmitido a lo largo de los siglos. Acoge historia, espiritualidad y cultura, realiza un despliegue ante el mundo de la fuerza de la devoción y el legado del Cristo de Pachacamilla, un verdadero emblema del Perú que se continúa proyectando a lo largo de las generaciones en cada celebración llena de esperanza y de unión.
Hola, soy Kevin, un peruano amante de las culturas andinas y orgulloso de mi país. En este blog comparto información útil y confiable para que descubras la historia, la naturaleza y las tradiciones auténticas del Perú.
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